Es cierto que ningún dirigente ha engañado a nadie, que el objetivo real nunca ha sido el ascenso, pero sí es cierto que la aspiración real del Málaga era mejorar notablemente la temporada anterior y como dijo Manolo Gaspar, que es claro y nunca se esconde, si no se lograba mejorar la pasada temporada, ésta, sería un fracaso. Obviamente, ese objetivo no se va a lograr y aunque ya habrá tiempo de analizar lo ocurrido, ojalá con el Málaga manteniendo la categoría, sí es cierto que a tenor de lo visto esta temporada el club necesita dar un paso adelante.
El club va camino de la tercera temporada administrado judicialmente por un juzgado, el decisivo trabajo de José María Muñoz ha rescatado al Málaga C.F. del más absoluto KO y con la implicación de todos se han ido dando pasos adelantes con recursos muy limitados. Siempre existe el mantra real, que con el club intervenido no se puede crecer, que hasta que no acabe la administración judicial y llegue un nuevo inversor seguiremos purgando sin pena ni gloria por la Segunda División y que no podemos aspirar a nada más.
Me niego a creer esto. En su última intervención ante los medios de comunicación, José María Muñoz, hablaba que “si el club seguía intervenido 5, 6 o 7 años, a lo mejor habría que cambiar la estructura actual del club”. Y creo que ha llegado la hora de hacerlo.
La instrucción del proceso judicial aún no ha acabado y por lo tanto, la administración judicial va a seguir en el club por mucho tiempo. José María Muñoz, ha hecho un trabajo excelente en este tiempo y se ha rodeado de excelentes trabajadores que han mostrado una predisposición máxima para maximizar los recursos. Pero con lo que hay, quizás ya se ha tocado techo.
Es por ello que con la economía estabilizada haya que empezar a trabajar con imaginación en un proyecto más ambicioso, que permita al Málaga crecer temporada a temporada, a fidelizar con realidades y no con promesas a los incondicionales malaguistas que este club no se conforma con quedar el 11 en segunda. A fortalecer el área deportiva y social del Málaga para que este club sea más grande.
Con la llegada de Pablo Adrián Guede se ha puesto la primera piedra del proyecto, ahora hace falta crear un Guede en cada departamento del club, con trabajo, esfuerzo y carisma nada es imposible y Málaga tiene recursos, y no sólo económicos, para ser un club que se quite al fin las ataduras y crezca sin complejos.