Cinco jornadas, cinco partidos y cinco finales. Todo ello para cinco equipos que están enfrascados en plena batalla por la permanencia en Segunda División. Y sólo dos conseguirán salir victoriosos. No es una película de terror, es la realidad en la que está envuelto el Málaga CF, que aún no ha dicho adiós a la batalla por el descenso.
El equipo blanquiazul arranca este viernes en Gran Canaria la primera de sus últimas cinco finales. Pueden ser menos si las matemáticas y los resultados lo acompañan, pero de momento el calendario es el que es. La ruta por la permanencia arranca con la visita a la UD Las Palmas, recibe al Oviedo, visita al Tenerife, recibe al Burgos y cierra la temporada en el Anxo Carro de Lugo.
No es un calendario fácil ni sencillo. De hecho, tendrá que medirse a tres aspirantes a play off, con todo lo que conlleva. Aunque sus dos últimos partidos se antojan que serán de menor intensidad ya que Burgos y Lugo están en tierra de nadie. Una ligera ventaja, aunque nunca se sabe en estas lides. Lo que sí evita el Málaga son los enfrentamientos directos con los rivales de abajo, donde habrá chispas llegado el momento.
Partidos cruciales
Y es que el Fuenlabrada, que está casi desahuciado pero las matemáticas aún dicen que no, será juez por la permanencia ya que se mide a Amorebieta, Real Sociedad B y Sporting. El equipo de Ontiveros y Adrián puede tener un papel decisivo, y se espera que este fin de semana pueda echar una mano para dejar encarrilada virtualmente la permanencia blanquiazul. Los madrileños visitan Lezama y el filial de la Real, Pucela.
Amorebieta aún deberá visitar al Almería -la Real B también tiene que jugar contra el equipo rojiblanco- y en la última jornada recibir a una Ponferradina que lucha aún por el play off. Quedan 15 puntos en juego y el Málaga mantiene 7 de renta con el descenso, casi la mitad. El panorama se aclara pero no hay nada definitivo.