A falta de una semana para que arranque Segunda División, Pablo Guede puede sacar muchas cosas en claro. Los amistosos de esta pretemporada no están dejando los mejores resultados, pero sí que están siendo muy útiles. En el penúltimo, el Málaga salió derrotado frente a un Al Nassr que fue de menos a más y que ajustició por 0-2 a los blanquiazules cuando sacó toda la artillería que posee.
No es momento para ponerse resultadistas y encajar la cuarta derrota en ocho partidos es solo una anécdota. Lo relevante es el contenido de estos, y ahí sí que hay cosas que poner en los dos lados de la balanza. Por empezar con lo positivo, el equipo volvió a dejar algunos automatismos interesantes en ataque incluso con un once de rotaciones. Loren jugó los 90 minutos y tuvo un tramo muy bueno al borde del descanso en el que pudo marcar. Escassi y Luis Muñoz también lo jugaron todo. Álex Gallar pudo presentarse con tiempo de calidad y Adrián López jugó la primera parte al completo.
Hay cositas. Jonas Ramalho tendrá su sitio, Víctor Olmo apunta a ser importante dándole refresco a Javi Jiménez si no hay algún fichaje de relumbrón, también se pudo probar en juego el 4-4-2... pero de momento todo queda en eso, en detalles. El teórico partido de presentación, aunque sea como visitante, será este sábado frente al Granada, contra el que volverán Fran Sol, Rubén Castro y compañía. Pero dentro de esa mezcla de titulares y otros no tanto, también se siguen viendo fallas a pulir que se han convertido en norma a lo largo de esta pretemporada.
El 3-5-2 exige mucho más rigor
El asunto está en la endeblez que muestra el Málaga ante cualquier pérdida. Las ideas de Pablo Guede son claras: circular rápido, acumular hombres y buscar un envío agresivo hacia el corazón del área para que remate alguno de sus dos puntas. Si hay robo, el equipo presiona muy arriba para ahogar la salida y romper la contra. Pero de momento no llegan a afinarse ni la segunda jugada tras el rechace ni esa reacción ante la pérdida, más por piernas que por deseo, algo que sí que derrocha el equipo. Indolencia no hay y eso es de celebrar, tampoco la puede haber porque quien caiga en ella sabe que se queda sin sitio. Sucede que cuando todo este sistema falla, la situación es crítica.
Así fue como sufrió mayormente el Málaga frente al Al Nassr, un rival con un nivel medio justito pero con varios nombres muy importantes. En los primeros compases del partido, ambos equipos se vieron tentones y poco incisivos, sin ocasiones. Al conjunto blanquiazul le costó entender cómo atacar la línea alta de los saudíes, pero después lo mejor de la primera parte estuvo de su lado. A partir del 20', el equipo comenzó a sentirse más cómodo e hiló cerca del área. Loren Zúñiga conectó primero un buen cabezazo a centro de Issa Fomba y más tarde disparó cerca del poste tras un buen desmarque en el que se adelantó a su par. Además, Álex Gallar comenzó a aparecer con libertad por los picos derecho e izquierdo para combinar con los delanteros y filtrar un último pase que no llegó.
Poco antes del descanso, el equipo de Rudi Garcia dio el primer susto importante en una de esas contras a campo abierto. En este caso, pilló al Málaga descolocado en la salida. Cualquier pérdida con el equipo abierto para iniciar el ataque posicional era un drama y dejaba a los centrales muy expuestos. El 3-5-2 requiere mucho trabajo y precisión, y se nota que los blanquiazules aún están iniciando el camino para convertirlo en algo verdaderamente sólido. Con el equipo B del Al Nassr no significó nada, pero cuando entraron los nombres y el cansancio empezó a hacer mella, sí que encajó.
El primero llegó en el 63', en una gran progresión del Al Nassr que empezó en su propio área y fue superando líneas hasta encontrar el espacio para correr. Aboubakar pudo recibir a la espalda de Luis Muñoz y Escassi, cedió de cara y la apertura a la incorporación de Hagawi desembocó en un centro al segundo palo donde Sami Al-Najei remató sin oposición. En el 69', los saudíes aumentaron su ventaja en otra jugada parecida. Esta vez fue el Pity Martínez el que rompió conduciendo y el envío desde la izquierda lo pudo rematar Aboubakar. El camerunés apareció entre Andrés Caro y Esteban Burgos y remató con contundencia, imposible para Rubén Yáñez.
No hubo tiempo para mucho más. Se cerró así el penúltimo amistoso de la pretemporada. Las carencias están claras y lo mejor es que las balas aún no son reales. El fogueo se terminará este sábado con el Trofeo Ciudad de Granada en Los Cármenes, un estadio que esta temporada sí que habrá que visitar en LaLiga SmartBank. Será la presentación de la última beta de este Málaga antes de su estreno definitivo, el de El Plantío el próximo domingo 14 frente al Burgos.