Dicen los expertos, esos de quien todo el mundo habla pero que nadie conoce, que la historia se debe refrescar para que no se repita. Y muchas veces, nos damos un paseo por las hemerotecas en busca de un pasado glorioso y nos cae un cubo de agua fría sobre la cabeza.
Este Málaga había sido diseñado por Manolo Gaspar, director deportivo y Pablo Guede en el banquillo para pelear por el ascenso. Sin ambages. Un Málaga mal construido con exceso de mediapuntas, ausencia de extremos y laterales, y jugadores con un pasado médico peliagudo. Será casualidad. Pero con las lesiones de Esteban Burgos, Ramalho y Bustinza había back-ground. Las de Juande y Chavarría eran de temer, al igual que la de Adrián López, que se rompió justo cuando le iban a hacer ficha; las de Juande y Luis Muñoz son preocupantes por su asiduidad y la de Víctor Olmo, una desgracia.
Pero a lo que íbamos. El Málaga es vicecolista con un triunfo, dos empates y cinco derrotas en la jornada octava. Mirando los dos últimos descensos a la tercera categoría del desaparecido Club Deportivo Málaga no podemos por menos que sentir escalofríos. Lo van a entender.
En la octava jornada de la temporada 1991-92 también era penúltimo con una victoria, dos empates y cinco derrotas. Descendió a Segunda B y desapareció. Una tragedia que dio como resultado la reconstrucción desde los cimientos del Atlético Malagueño como Málaga Club de Fútbol.
El siguiente retroceso con nuestro DeLorean particular nos lleva a la campaña 1958-59. ¡Penúltimo en la jornada 8 con un triunfo, dos igualadas y cinco derrotas! ¡No puede ser! La misma secuencia. Este fue un año horroroso con cuatro entrenadores y un descenso a Tercera División (entonces la tercera categoría de fútbol español y no la quinta como actualmente). Como dato curioso diremos que el equipo blanquiazul se desvinculó de su filial, el Atlético Malagueño para evitar que éste fuera empujado a Regional. El Málaga regresó a Segunda y el Malagueño retomó la filialidad.
Para los amantes del ‘revival’ les recordaremos que el primer descenso a la categoría de bronce fue en la temporada 1942-43. En este caso no hubo una maldita jornada ocho sino una reestructuración.
Hacer las cosas bien
Nadie quiere que la noria regrese al mismo punto. Pero para eso el Málaga tiene que hacer mucho mejor las cosas. De momento, no le queda más remedio que acudir al extraoficial ‘mercado del paro’ para encontrar un remedio de urgencias para tantas desgracias por lesiones e inadecuada planificación. Mucho antes de la desafortunada lesión de Víctor Olmo, el Málaga ya buscaba laterales zurdos e incluso algún extremo. Hay contactos avanzados con el exjugador del Eibar Toño García. Sorprende mucho ver sin equipo a jugadores como, además del mencionado Toño. Barragán, Cifu, Ale Díez, Campabadal y laterales izquierdos como Jonathan Silva, Didac Vilà o Juncà. Todos ellos seguidos por la dirección deportiva. Por no hablarles de Álex Mula. Ojito que puede ser noticia…
La nueva realidad
Está muy bien ver la botella medio llena y recordar que el Girona, en la jornada ocho de la temporada pasada, estaba en descenso con ocho puntos y acabó ascendiendo. Pero no es menos cierto que a estas alturas de competición, la mayoría de los cuatro últimos clasificados acaba descendiendo. Muchas veces, demasiadas, quien mal anda mal acaba. Pepe Mel ha empezado, más que una cirugía, una transfusión de sangre. Más le vale que revitalice al Málaga o, de lo contrario, Manolo Gaspar, cada vez más cuestionado. no lo podrá resistir.