El Atlético Malagueño le ha regalado al fin una sonrisa a la afición del Málaga CF. Bien es cierto que es un partido de Tercera RFEF, pero el encuentro de los de Funes disputado en La Rosaleda contra el Torreperogil se ha saldado con una goleada blanquiazul (4-0) y con muy buen juego. Lo que el Málaga CF lleva sin regalar a su afición en los últimos diez meses la he hecho el filial como inquilino improvisado esta jornada. En definitiva, un saldo positivo que se empaña con las lesiones de Murillo y de Víctor Olmo, que se tuvo que marchar en camilla.
El Malagueño contó con la ‘ayuda’ de muchos jugadores que son habitual en el primer equipo. Y uno de ellos fue Loren Zúñiga, en su primer partido con el filial que volvió a hacer lo que mejor sabe: marcar goles. Esta tarde ha anotado un doblete, demostrando que eso de marcar nunca se olvida. El atacante aterrizó de tierras cántabras tras viajar ayer con el Málaga en el empate sin goles y se marcó un partidazo. Otro nombre propio ha sido el de Dani Lorenzo, que sí jugó los últimos minutos en El Sardinero.
Arrancó con solvencia el equipo blanquiazul, que dominó en todo momento. Y se hizo dueño del balón para ir poco a poco acercándose a la meta de Pozo. El primer acercamiento serio fue de Jesús tras una buena jugada colectiva, pero no acertó a finalizar. Murillo, en el 29’, tuvo que marcharse lesionado por un problema en el brazo.
Y poco después, en el 33’, Loren ponía el primero. Buen toque y buen juego colectivo para hacerle llegar el balón al delantero malaguista, que tras zafarse de su par disparó abajo y potente. Hacía justicia el marcador.
Goleada
Pero no fue en la reanudación hasta que el Malagueño metió la quinta marcha. Jesús, que cuajó un gran partido, marcó nada más volver de vestuarios (47’) para meter un señor gol con colocación, potencia y calidad en su golpeo desde fuera del área. Y Loren puso el 3-0 en el 59’, después de un pase de la muerte de Paco.
Todo iba sobre ruedas hasta que Víctor Olmo, en una de sus subidas, se lesionó solo al no poder controlar el balón. El zurdo tuvo que marcharse en camilla. Pero llegaría la puntilla, el cuarto, obra de Chupete en un córner (81’). Para entonces, el Torreperogil ya había entregado la cuchara.
Triunfo cómodo y de autoridad del filial, que suma su segunda victoria consecutiva y comienza a cercarse a los puestos nobles de la clasificación del Grupo IX de Tercera RFEF.