José Alberto López aludió a la efectividad como un factor serio en la goleada sufrida el sábado ante el Ibiza. Tanto la propia como la rival. Los datos lo refrendan, aunque son muchos los matices que rodean a una de las peores derrotas sufridas por el Málaga en La Rosaleda. Hace nueve años desde la última vez que el conjunto blanquiazul encajó una 'manita' en un partido. Ni siquiera en el año del último descenso a Segunda División.
Un vistazo rápido a las estadísticas generales del partido sin mirar el marcador no harían pensar en un 0-5. Las sensaciones sobre el campo, sin dudas que sí. El juego atropellado del Málaga y la poca calidad de sus ocasiones se reflejó en que aunque tiró 11 veces, solo tres fueron a puerta. El Ibiza, por su parte, se acercó en 13 ocasiones, seis cogieron dirección entre los tres palos y cinco de ellos acabaron en gol.
Cuando decíamos que todo lo que podía señalar a José Alberto lo hizo, el error de Dani Martín en el cuarto tanto ibicenco era uno de los factores. El guardameta cedido por el Real Betis llegó como una de las grandes apuestas del técnico y desplazó rápidamente a Dani Barrio tras su primer error importante en Almería allá por septiembre. De ahí que cada actuación se mire con lupa, y de ahí que haya sido otro de los criticados en el momento más duro de su principal valedor. Contra el Ibiza solo detuvo un balón y empeoró en uno de los registros con los que mejor se valora a un portero: el porcentaje de paradas por disparo recibido.
Según los registros de BeSoccer Pro, Dani Martín es el cuarto portero de Segunda División que menos tiros retiene de los que recibe. El malaguista está en un 62.2% de efectividad, solo empeorado por Iván Villar (60.61%), Roberto Santamaría (61.11%) y Raúl Fernández (62.03%). Esto significa que el 37.8% de los balones que toman dirección a la portería del Málaga acaban entrando. Como mera curiosidad, los metas con mejores cifras en este sentido en la categoría de plata son Aedzadeh, de la Ponferradina (81.71%), y el ex malaguista Juan Soriano (80.22%), ahora en el Tenerife. Y en datos por 90 minutos, a Dani le llegan una media de 4.1 tiros entre los tres palos de los que logra detener 2.6.
Otro de los problemas principales del conjunto costasoleño en la goleada del Ibiza fue el centro del campo. Sin Genaro ni Escassi, el doble pivote creativo exigía un ritmo de partido muy distinto. Con balón tuvieron varias fases en las que mejoraron la circulación, pero no fueron más que una gota en el desierto. Desde los extremos se aceleró el ritmo y el Ibiza se limitó a contragolpear. Después del 0-2, el equipo de Paco Jémez logró adueñarse de la medular y controlar hasta la posesión con un 56% a su favor.
En este sentido, Ramón fue el único capaz de contener en algo el juego rival con siete intercepciones, mientras que Febas solo logró una. Después, ninguno de los dos consiguió ganar un duelo aéreo y en duelos defensivos con éxito sumaron dos el canterano y cuatro el cedido por el Mallorca con porcentajes de acierto del 33.3% y el 57.1%. En definitiva, se vieron desbordados y tampoco tuvieron opción de cambiar el ritmo del partido con el balón en los pies. Ramón intentó casi la mitad de pases que contra el Sporting (43 a 84) y Aleix Febas repartió menos en 79 minutos ante el Ibiza (31) que en 46' de su debut (38). Además, registraron ocho y cinco pérdidas de balón, respectivamente.
Son estos algunos de los datos que explican cómo el Málaga se desmoronó. Entre el plano táctico y el plano mental, el equipo quedó severamente tocado a las puertas de dos visitas complicadas como son las de Mirandés y Zaragoza. Fechas clave para un José Alberto que de momento sigue dirigiendo al equipo. De cara a Anduva recuperará a Alberto Escassi, con el que podría dar continuidad a Febas y Ramón pero con un sostén detrás. También se espera el deseado regreso de Jozabed.