Mejoría insuficiente (0-0)

Un empate que sabe a poco, un punto que puede suponer mucho. El Málaga no ganó a la Ponferradina pese a hacer méritos para ello. Fue de menos a más y acabó en el área de su rival intentando marcar un gol que le hubiera valido tres puntos de oro. Fue mejor que el quinto clasificado. Y demostró que su línea ascendente puede ser real, aunque va más lenta que lo que al malaguismo le gustaría.

En cualquier caso, en este Málaga sí se puede esperar un paso al frente pese a las adversidades. Porque el equipo sigue sin tener gol y su técnico se empeña en jugar sin delantero centro. Así es complicado, cierto es. Ahora, además, se une las innumerables bajas en la zaga. Pero el equipo al menos compite, que es lo mínimo que se le pedía. Ante la Ponferradina, un buen equipo de la categoría, se llevó un buen meneo en los primeros 20 minutos de juego, pero consiguió zafarse para darle la vuelta a la tortilla. E incluso acabó mereciendo más, mucho más y reclamando un penalti que parecía claro. 

La diferencia es que a este equipo le cuesta horrores marcar. Lo demuestra cada jornada. Y así será difícil sobrevivir con holgura este año. Tiene a un jugador que puede ser diferencial en la categoría, como es Febas, pero el resto no termina de dar el salto hacia el frente. El punto refrenda la mejoría vista las dos jornadas anteriores, pero tampoco deja de sacarlo de la mediocridad.

Mal inicio

El partido arrancó inclinado hacia el campo del Málaga y la Ponferradina dominaba todas las facetas del juego: posesión, segundas jugadas, intercepciones… Así, la primera ocasión clara llegó con un tiro de Agus Medina, que fusiló a Barrio pero se encontró mitad con el palo mitad con el meta malaguista (7’). El Málaga, mal plantado, llegaba tarde a todas y eso se hacía notar en el juego, que en los primeros compases fue casi de meneo.

Al Málaga le costó, pero logró desprenderse de la caraja. Y comenzó a mirar el área rival. Un centro chut de Febas era el primer aviso medio serio (25’). Pero Jozabed y el catalán comenzaban a carburar, pese a que Brandon seguía estado desacertado. Comenzó a crecer Víctor y también Vadillo. Eran buenas noticias.

Pero a perro flaco todo son pulgas y en una contra rival, Juande cayó lesionado. Se fue directamente a la caseta (35’) y dio entrada al joven Andrés Caro. El Málaga, aún así, se sobrepuso y siguió insistiendo. La tuvo Brandon en un cabezazo muy forzado dentro del área pequeña y también Febas, que envió a las nubes un tiro con buena posición. Y acabó el conjunto de Natxo la primera mitad en el área rival.

Segundo asalto

Salió el Málaga de vestuarios pidiendo protagonismo. Y a punto estuvo de tenerlo, con un remate de Brandon a la madera (50’) donde reclamó penalti, que aparentemente lo era por agarrón. El conjunto blanquiazul era más incisivo y más creativo. Y Vadillo disparó raso en otras ocasión que se fue rozando el palo.

Comenzó a mover ficha Natxo. Quitó a Jairo y metió a Paulino (63’). Y el Málaga se soltó algo más en ataque, con algunos disparos que no revestían peligro pero que mandaban un mensaje a navegantes. De nuevo, Natxo movía el árbol con un triple cambio dando entrada a Chavarría, Roberto y Javi Jiménez (77’).

Y precisamente un disparo del lateral zurdo levantó a La Rosaleda (87’), que se fue desviado por un rival. El malaguismo creía. Y después de cómo se marchó en el último partido, todo era posible. Pero no hubo heroica ni tampoco milagro. Estaba vez el marcador no se movió, pese a que fue el conjunto blanquiazul el que lo intentó. Empate sin goles. El Málaga suma tres jornadas sin perder, aunque no le sirve para alejarse en exceso de los puestos de abajo.