Pepe Mel dirigió este viernes su tercer entrenamiento como técnico del Málaga y pasó por la sala de prensa Juan Cortés de La Rosaleda, donde desgranó su debut del sábado (18:30) contra el Villarreal B. El discurso del madrileño no es en absoluto conformista y lamenta el punto en el que se ha encontrado al equipo, pero entiende que solo hay una forma de levantar el ánimo: ganar.
"El trabajo del entrenador es sacarle el 100% al equipo. Si un futbolista no rinde no es fallo del jugador, sino un fracaso del entrenador. Al llegar me he encontrado un vestuario silencioso y preocupado y les he dicho que ese no es el camino. Hay que afrontar las cosas de otra forma y el transcurrir de los días lo irá cambiando todo. Hay que afrontar el partido con las ganas de ganarlo", expresó Mel ante los medios.
Cuestionado por si daría por bueno sacar un punto, Mel negó rotundamente: "Un empate nunca es buen resultado. Mal entrenador sería yo si diera ese mensaje. No es bueno, juegues contra quien juegues, en cualquier escenario. Al final el punto lo tienes nada más salir, pero tenemos que puntuar de tres en 3 lo más rápido posible, porque aunque tengamos la fortuna de ganar seguiríamos en descenso".
Lo que no quiere es que el equipo entre en barrena y se deje por los malos resultados: "Cuando uno es profesional de cualquier deporte y no gana, llega un momento que pasas la línea y te acostumbras a ello, y eso es dañino y es mortal. Es una de las enfermedades que podía tener este Málaga y hay que cortarla. La mejor medicina es ganar. La primera opción que tenemos es mañana. He marcado una ruta y espero haberles convencido. Espero que salga bien".
Respecto a la presión que tanto Mel como los jugadores tienen por sacar resultados inmediatos, responde con naturalidad: "Eso va en el sueldo. Si quieres ser buen profesional y llegar alto, la presión es algo con lo que tienes que convivir. No es un partido de fútbol con tus amigos, es de fútbol profesional. La gente paga dinero y a veces el club es algo más que un familiar. Jugar al fútbol sin presión es muy difícil. Por eso hay futbolistas predestinados a grandes cosas y otros que no llegan".
En este sentido, el nuevo preparador malaguista no cree que haga falta un currículum amplio y experiencia para jugar en la élite. Por eso no le importará suplir las bajas en defensa, por ejemplo, con jóvenes del filial: "Eso es lo más sencillo. A todos nos han tenido que dar la oportunidad por primera vez. Como en todos los equipos que he estado, y me avalan los años, si faltan centrales lo que no puedo hacer es ponerme yo. Si hay chavales de 17 años que tienen que jugar, jugarán".
Preguntado por el Villarreal B, describió su juego y circunstancias: "Sus jugadores pueden debutar con un primer equipo de competición europea, tienen ese premio que otros equipos no tienen. Tienen jugadores de mucha solvencia en todos los puestos y sabemos que juegan con un 4-4-2. Pueden jugar a la contra, también tienen juego asociativo con Lozano y otra serie de jugadores difíciles de manejar. Todo esto lo trabajamos ya anteayer y ayer y lo seguiremos trabajando hoy".
Con este ya son tres entrenamientos. El primero fue ante el público en La Rosaleda, circunstancia cada vez más extraña que buscó el propio Pepe Mel: "Fui yo quien dijo que había que abrir las puertas para que lo que hubiera que decir fuese ese día. Que se acostumbren a los jugadores a ese calor. Resultó muy bien y los jugadores están contentos. Es lo que buscábamos. No soy de cerrar las puertas. Esto es un juego, y si haces las cosas bien no tienes más que hacer".
Respecto a las bajas y jugadores tocados como N'Diaye, dijo estar tranquilo: "Alfred sabe medirse y se sabe cuidar. Le conozco bien y sabe lo que es su trabajo. Sabe la medida que tiene que dar para estar bien. Le veo bien de peso, que es fundamental. Está preocupado como el resto. Tanto él como Febas, que estaba tocado, van a llegar sin problemas".
¿Cómo jugará? No da pistas: "Vamos a utilizar a la plantilla. Los conozco bien a todos, es mi obligación. Vamos a tratar de utilizarlos. Sabemos que ellos juegan 4-4-2, y con eso vamos a intentar poner el sistema que más daño les haga. Los objetivos los gana una plantilla, no 11 futbolistas. Quedan muchos partidos para que todos estén y ayuden".
Además, alabó a la afición antes de su estreno como técnico local en La Rosaleda: "Recuerdo venir aquí con el Betis, con Las Palmas… La afición es ardiente y está con su equipo con nada que le ofrezcas. La prueba la tengo en el último partido que ganó aquí el Málaga. Aquel partido tuvo que tener otro resultado y la gente apoyó hasta que ganó. Aquí se respira fútbol, y es lo que nos gusta a los profesionales".