En un Málaga que poco a poco aspira a recuperar la normalidad en el apartado institucional, y también en el deportivo, poco a poco se resta peso a los canteranos, obligados a dar un paso adelante en tiempos de ahogos salariales y cumplimiento de mínimo de fichas profesionales. Por eso lo de Roberto Fernández no es casualidad. Se ha ganado a pulso todo lo que tiene y no se suele hacer justicia a ese mérito.
Se ganó la confianza de José Alberto desde la primera jornada y ahora también lo hace con Natxo González. Y son dos entrenadores que ya reconocieron que no regalan nada. 24 partidos en lo que va de temporada, 15 de ellos como titular. En el primer partido con Natxo en Miranda fue suplente. Desde La Romareda, directo al once.
En Zaragoza fue clave para el gol de Antoñín: robó y conectó con el malagueño. Su primera asistencia en lo que va de temporada. Una semana después, ante el Almería, le costó más ante un equipo mucho más hecho. Este fin de semana se reencontrará ante la Real Sociedad B, el equipo al que marcó su último gol esta Liga como malaguista de los dos que lleva en su cuenta.
Ante el equipo de Xabi Alonso jugó posiblemente su mejor partido desde que llegó al primer equipo. Exprimió sus principales características al máximo: fijó a los centrales, se desgastó en la presión y fue un incordio a la espalda. Y ensalzó esa actuación con un golazo de cabeza de puro '9'. Ese encuentro fue un escaparate para ver todo lo que puede dar Roberto. Pero hay que tener paciencia y, sobre todo, darle margen de tiempo.
No hay que olvidar que viene de hacer un gran curso con el Juvenil: 21 goles en 26 partidos, un registro poco común en la categoría y con su edad. Tiene ese talento de cara a portería, ahora necesita moldearlo en el fútbol profesional.
Con 19 años y sobre todo sin pasar por el filial (del juvenil fue directo al primer equipo), todo joven necesita un periodo de adaptación a una categoría tan especial, y dura en su posición, como la Segunda. El Málaga siembra con Roberto, como con otros tantos jóvenes en el pasado. Sin Sekou al rendimiento esperado, con un Brandon que no es capaz de ser esa figura de '9' entre centrales y con Chavarría entre lesiones, apostar por Roberto parece la decisión más inteligente.