Ganar en La Rosaleda ya no es cosa de darle una alegría a la afición, que bien lo merece. Hablamos de necesidad en cuanto a puntos, de olvidar qué es lo que se siente cuando tu equipo gana en casa. Es una sensación que el malaguismo no experimenta desde el 20 de noviembre, en el 2-1 ante Las Palmas. Más de cinco meses han pasado ya.
El Málaga se consagró como uno de los mejores locales en los primeros meses de competición: 7 victorias y 2 empates. Todo se empezó a torcer desde el asalto del Amorebieta a La Rosaleda. Desde entonces, 6 derrotas y 4 empates. De la mano de BeSoccer Pro, damos contexto a esta mala racha del Málaga.
Diez partidos sin ganar en casa. El Málaga 2021-22 iguala la peor racha de su historia como local sin sumar tres puntos desde la refundación. Amorebieta, Leganés, Real Sporting, Ibiza, Almería, Cartagena, Ponferradina, Huesca, Real Valladolid y Eibar. La chilena de Okazaki, el fallo de Dani Barrio ante el Huesca, las ocasiones perdidas ante el Pucela, la expulsión de Escassi...
Muchos condicionantes, pocas excusas. Esos 10 partidos sin ganar igualan los que encadenó en 2010, pero por aquel entonces en dos temporadas diferentes. En la 2010-11 terminó la Liga sin ganar los últimos cinco partidos en La Rosaleda y en la 2011-12 arrancó los cinco primeros sin poder vencer en casa.
Entre el 28 de noviembre de 2017 y el 10 de marzo de 2018, en la campaña en la que se confirmó el descenso a Segunda División, el Málaga enlazó también 9 partidos consecutivos sin ganar en casa, dos más que en la 2009-10 de septiembre a diciembre, cuando se quedó en 7.
Malas rachas, todas ellas en Primera División, pero poco que ver con el contraste que se ha visto en esta 2021-22. Si el Málaga no logra sacar la victoria ante el Oviedo, esos 11 encuentros consecutivos sin ganar en casa dejarán la peor racha histórica del Málaga CF.
Si comparamos con el resto de Segunda División, solo la Real Sociedad B supera al Málaga este año. El conjunto dirigido por Xabi Alonso ganó el primer partido de Liga en casa ante el Leganés el 14 de agosto y, desde entonces, sumó 12 duelos consecutivos sin poder hacerlo hasta mitad de febrero, cuando recuperó la sonrisa como local. Precisamente ante el Málaga, en el aciago 2-0 en el Reale Arena.
Por eso, ganar al Oviedo supondría un alivio en todos los sentidos. A nivel de puntos en la clasificación para no llegar con la soga al cuello a las últimas jornadas, pero también para no entrar en los libros de historia del Málaga en aspectos negativos.