Ni las derrotas pesan ni las victorias te hacen volar en verano. Porque la pretemporada es para lo que es. Y aunque es mejor dejarse llevar por la ilusión de los triunfos, las miradas deben ir más allá del resultadismo. Aunque el Málaga ganó en su visita a Chapín ante el Xerez Deportivo en el Trofeo de la Vendimia, es cierto que tiene aún camino por recorrer. Fue de menos a más, sobre todo porque salió con un once cargado de canteranos y lo acabó con un equipo más parecido al bloque del futuro. Los veteranos tuvieron que arreglar el desaguisado de los chavales. Pero cierra su periplo en tierras jerezanas con buenas sensaciones tras el empate del viernes ante el Almería y la victoria de este sábado (1-2).
Daba la sensación de que el partido casi venía a contrapié al Málaga CF. Guede apostó por un once cargado de canteranos de salida. Con un césped en un pésimo estado, al equipo le costó de salida. Volvió a dejar dudas en ciertos aspectos, como la zaga y la delantera. Y el 3-5-2 que el técnico argentino pone en liza aún necesita más trabajo y más ajustes.
Volvió a estar liviano, disperso y poco contundente atrás. El equipo debería crecer de atrás adelante, pero ni cierra su puerta ni tampoco mata en ataque. Arriba no llegan balones con claridad. Quizás por la falta de frescura en las piernas o puede porque aún se están ajustando las tuercas del nuevo sistema. En cualquier caso, la máquina no está engrasada, aunque con victorias son más llevaderas las pretemporadas.
Inicio intenso
Así que salió el Málaga en Chapín con el plan B, con un equipo de canteranos y de jugadores que quizás no partan de inicio con la teórica titularidad que se está gestando estas primeras semanas en el conjunto blanquiazul. Pero aunque los nombres eran otros, la idea sigue siendo la misma: defensa de tres, carrileros largos, salida de balón jugado y presión arriba.
El Málaga arrancó con buena predisposición, con la intención de poner en práctica su libreto y también de imponer su nombre, ya que se medía a un rival dos categorías inferiores. Tomó las riendas del partido y con la verticalidad de Víctor Olmo por la izquierda y de Fomba por la derecha, el Málaga buscó profundidad por las bandas. Con buenos minutos de Andrés Caro y de Haitam, no enganchaba con el ataque.
Avisó Olmo de cabeza (13’) y tuvo una doble ocasión de córner el conjunto blanquiazul, donde en dos ocasiones cortaron el disparo en área pequeña. Pero el ‘cooling break’ sí que enfrió al Málaga. La pausa para la hidratación cambió las tornas. Gianluca Simeone avisó de cabeza (26’). Pero en un fallo en el control y salida de balón del portero malaguista Carlos López posibilitó el primer tanto local, obra del argentino e hijo del Cholo Simeone (34’).
El Málaga quedó tocado tras el gol. Se le vio más disperso y menos confiante. Aún así, Genaro lo intentó de lejos (39’) y Víctor Olmo envió alto un disparo tras otro acercamiento (45’). Ningún disparo entre palos en los primeros 45 minutos.
Reacción
En la reanudación, Guede dio entrada a Manolo Reina. Pero no mostró nada el Málaga de los jóvenes. Así que el míster, como estaba pactado, dio entrada a la segunda fila este sábado, que suena más a primeros espadas. En el 61’ introdujo a Febas, Bustiza, Ramalho, Javi Jiménez, Jozabed, Juanfran y Burgos por Dani Lorenzo, Víctor Olmo, Caro, Escassi, Fomba, Álex Rico y Moussa.
Y llegó la respuesta. Jugada macerada que centra Javi Jiménez, toca Loren y Haitam fusila dentro del área (69’). El tanto del empate sirvió también para ver los primeros minutos de Adrián López esta pretemporada, que entró precisamente por el goleador.
El Málaga comenzó a dominar los registros del partido, a tener la bola y marcar los biorritmos con Jozabed a los mandos. Pero en una de esas, Manolo Reina tuvo que mostrar sus cualidades con un paradón a disparo de Erik Daniel (81’). La respuesta llegó en un gol de Loren en una jugada rocambolesca, pero fue anulado el tanto por empujón del canterano (87’).
Y cuando ya se mascaba la tanda de penaltis, el Málaga abrochó la remontada. Otro centro de Juanfran, la bajada de Adrián de cabeza y el toque atrás de Jozabed para que Genaro fusilase desde la frontal para marcar con calidad (92’). Un tanto que posiblemente hacía justicia y que sirve para conseguir una victoria para cargar la mochila de confianza y traerse para Málaga el Trofeo de la Vendimia de Jerez de la Frontera.