A Pepe Mel le cambió el semblante el domingo por la tarde, al término del partido contra el Lugo. Cinco partidos después le llegaba la primera victoria con el Málaga de las muchas que están por llegar. Porque el madrileño consiguió acabar con una mala racha de siete jornadas sin conocer la victoria para el equipo blanquiazul, con once meses sin ganar en La Rosaleda, pero también ha conseguido cambiar el paso malaguista, que iba camino del desfiladero y sin frenos. Fue, también, una victoria de autor porque apostó por extremos puros y por centrocampistas de corte más creativo que destructivo. Algo diferente, algo más 'normal'. Y el plan cuajó.
A Mel no se le puede achacar que no lo había intentado. El madrileño, en estos cinco partidos ha querido buscar soluciones. Primero con lo que tenía, que son pocos jugadores desequilibrantes de banda. Luego siendo más defensivos. Y finalmente con su idea principal: los extremos. “Entiendo el fútbol como algo que mientras más grande sea el campo y más ancho, mejor”, explicaba en sala de prensa. De ahí que Mel se haya ‘inventado’ un extremo con Cristian, que no entraba en los planes en pretemporada y al que le ha echado el ojo ante la falta de efectivos.
Con Hervías por una banda y con el marbellí por la otra, el Málaga voló. Abrió el campo, fue vertical y creo oportunidades. Y eso le dio opciones de victoria. Cristian, que fue firmado este verano para el filial de la cantera del Granada, recogió el guante. Fue vertical, trabajador y osado. No se le puede pedir más.
Sin mediocentro defensivo
Otra de las sorpresas de Mel fue la no presencia de un mediocentro defensivo puro en el once. La baja de N’Diaye dejaba todas las papeletas para que Genaro ocupara su puesto. Sin embargo, el técnico madrileño cambió el físico por la posesión. Optó por una dupla Ramón - Luis Muñoz que sostuvo al equipo y que defendió con la pelota. “Está claro que con Ramón no buscaba el juego aéreo, íbamos a parecer gente baja de estatura”. El canterano controló el ‘tempo’ del partido con el malagueño más suelto, intenso y llegador. Es fundamental recuperar el mejor nivel de Luis Muñoz para que este Málaga siga creciendo. Y ambos supieron leer perfectamente lo que había que hacer.
Fueron dos pinceladas, dos claves que fueron determinantes para que Málaga truncase su mala racha y para que Pepe Mel comience a sumar de tres en tres. Queda certificar que el camino ya es recto para este Málaga en los próximos partidos.