El nuevo Málaga salta a escena. Lo hace hoy en La Rosaleda, con el técnico Pepe Mel a los mandos desde el banquillo, con un posible reseteo o una tregua en esa batalla institucional que sacude al malaguismo, pero también con la necesidad de comenzar a puntuar desde ya. Recibe al Villarreal B (18.30 horas / LaLiga SmartBank Tv) y deberá afrontar tan importante duelo con un agujero tremendo en la zaga, donde no hay ningún central natural disponible en la plantilla.
Lo cierto es que de nuevo hay expectación en el ambiente, pero queda ver si se convierte en ilusión. Eso sólo se recuperará a base de trabajo y de resultados. Por el momento, el malaguismo quiere volver a ver ganar a su equipo en La Rosaleda y que Pepe Mel cierre el círculo de una vez por todas. El último triunfo blanquiazul en casa fue con él en el banquillo, pero en el visitante, ya que dirigía a Las Palmas.
Pero no es un estreno al uso. Primero porque el Málaga no se puede permitir el lujo de hacer demasiadas probaturas porque la clasificación aprieta. Aunque es la jornada 7, el Málaga es penúltimo con sólo tres puntos. Si reacciona, no llega tarde a nada. Pero no hay margen para una improvisada pretemporada por los resultados y porque la afición también requiere resultados inmediatos.
Con la salida de Pablo Guede el ambiente se ha apaciguado. Pero el caldo de cultivo sigue ahí instalado. El hastío es evidente. Y la afición quiere comenzar a divertirse de una vez por todas. Pero no será fácil. Aunque llega un recién ascendido y un filial como el Villarreal B, los amarillos son un equipo peligroso y atrevido. Y los de Mel tienen problemas para confeccionar un once porque han caído todos los centrales de la plantilla. Juande fue el último en entrar en la enfermería donde estaban Burgos, Ramalho, Caro y el sancionado Bustinza. Queda ver quién será el compañero de Escassi en la zaga, donde el joven Moussa puede ser la alternativa.
En el resto puede haber cambios. Sobre todo de dibujo, donde el técnico madrileño puede apostar por un 4-2-3-1 sacrificando a Fran Sol. Pero será obligatorio un cambio de mentalidad. Necesitaba un reseteo esta plantilla y queda esperar que haya llegado con Mel a los mandos. Más allá de nombres, lo importante es la recuperación anímica del plantel. Y eso pasa por conseguir goles y puntos.
Mel no ha ofrecido la lista de convocados. Pero tirará con lo que tiene, más allá de contar con jugadores del filial para completar sobre todo la zaga.
El rival
Por su parte, el Villarreal B llega sin nada que perder y con un juego peligroso. La falta de presión es siempre un compañero complejo de llevar. Los amarillos pueden ser un arma de doble filo. Y el Málaga debe aprovecharlo. Ofensivos, con calidad y con hambre, los de Miguel Álvarez son una clara amenaza esta tarde. Y hay un nombre propio que acaparará miradas. Porque regresa Javier Ontiveros a La Rosaleda tras su no fichaje como blanquiazul hace ya un par de veranos. El marbellí sigue teniendo a la afición crispada, pero se espera su salida desde el banquillo. Será un partido con muchas aristas que se despejarán a partir de las 18.30 horas.